¡Por primera vez en 12 años, la Comisión Europea acaba de aprobar el cultivo de diversos productos genéticamente modificados en la Unión Europea!
Cediendo ante el lobby transgénico, la Comisión ha ignorado la opinión del 60% de los europeos, quienes sienten la necesidad obtener datos fiables y concretos antes de autorizar cultivos de este tipo, los cuales podrían suponer una amenaza a nuestra salud y a nuestro medioambiente.
Una nueva iniciativa permite ahora que un millón de ciudadanos realicen solicitudes formales ante la Comisión Europea. Levantemos un millón de voces por la prohibición de los cultivos transgénicos mientras las investigaciones pertinentes no se lleven a cabo; nuestro mensaje será entregado al Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.
Grupos de consumidores, de salud pública, ambientalistas y agricultores se han movilizado durante mucho tiempo en contra del poder de unas pocas empresas de transgénicos que gozan de un enorme peso en la política agrícola europea actual. Las principales preocupaciones en relación a los transgénicos incluyen: la contaminación de cultivos orgánicos y del medioambiente, el impacto sobre el clima debido a la excesiva necesidad de pesticidas, la destrucción de la biodiversidad y de la agricultura local, y los posibles efectos de los alimentos transgénicos sobre la salud pública.
Algunos de los Estados miembros de la UE han expresado su fuerte oposición a la decisión de la semana pasada de autorizar el cultivo de las patatas de BASF y el maíz de Monsanto. Italia y Austria se oponen, mientras que Francia ha dicho que requerirá una investigación científica adicional.
Aún no hay consenso sobre los efectos a largo plazo de los cultivos transgénicos. Actualmente la mayor parte de las investigaciones científicas y de los argumentos que informan su regulación legal provienen de la industria de los organismos genéticamente modificados, más preocupada de obtener beneficios que del bienestar público. Es por eso que los ciudadanos europeos exigen investigaciones independientes, pruebas y precauciones antes de permitir que estos cultivos se extiendan por nuestras tierras.
La nueva "Iniciativa de Ciudadanos Europeos" brinda ahora la posibilidad de que un millón de ciudadanos de la UE presenten propuestas de políticas públicas ante la Comisión Europea, ofreciendo así una oportunidad única de contrarrestar la enorme influencia de los grupos de presión.
Reunamos un millón de voces para establecer una moratoria sobre la introducción de cultivos transgénicos en la Unión Europea y por la creación de un organismo independiente, ético y científico que investigue y proponga una regulación estricta sobre los productos genéticamente modificados.
Cediendo ante el lobby transgénico, la Comisión ha ignorado la opinión del 60% de los europeos, quienes sienten la necesidad obtener datos fiables y concretos antes de autorizar cultivos de este tipo, los cuales podrían suponer una amenaza a nuestra salud y a nuestro medioambiente.
Una nueva iniciativa permite ahora que un millón de ciudadanos realicen solicitudes formales ante la Comisión Europea. Levantemos un millón de voces por la prohibición de los cultivos transgénicos mientras las investigaciones pertinentes no se lleven a cabo; nuestro mensaje será entregado al Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.
Grupos de consumidores, de salud pública, ambientalistas y agricultores se han movilizado durante mucho tiempo en contra del poder de unas pocas empresas de transgénicos que gozan de un enorme peso en la política agrícola europea actual. Las principales preocupaciones en relación a los transgénicos incluyen: la contaminación de cultivos orgánicos y del medioambiente, el impacto sobre el clima debido a la excesiva necesidad de pesticidas, la destrucción de la biodiversidad y de la agricultura local, y los posibles efectos de los alimentos transgénicos sobre la salud pública.
Algunos de los Estados miembros de la UE han expresado su fuerte oposición a la decisión de la semana pasada de autorizar el cultivo de las patatas de BASF y el maíz de Monsanto. Italia y Austria se oponen, mientras que Francia ha dicho que requerirá una investigación científica adicional.
Aún no hay consenso sobre los efectos a largo plazo de los cultivos transgénicos. Actualmente la mayor parte de las investigaciones científicas y de los argumentos que informan su regulación legal provienen de la industria de los organismos genéticamente modificados, más preocupada de obtener beneficios que del bienestar público. Es por eso que los ciudadanos europeos exigen investigaciones independientes, pruebas y precauciones antes de permitir que estos cultivos se extiendan por nuestras tierras.
La nueva "Iniciativa de Ciudadanos Europeos" brinda ahora la posibilidad de que un millón de ciudadanos de la UE presenten propuestas de políticas públicas ante la Comisión Europea, ofreciendo así una oportunidad única de contrarrestar la enorme influencia de los grupos de presión.
Reunamos un millón de voces para establecer una moratoria sobre la introducción de cultivos transgénicos en la Unión Europea y por la creación de un organismo independiente, ético y científico que investigue y proponga una regulación estricta sobre los productos genéticamente modificados.
Firma la petición ahora y reenvíala luego a todos tus conocidos:
http://www.avaaz.org/es/eu_health_and_biodiversity/?cl=512581269&v=5649
Con determinación,
Alice, Benjamin, Ricken, Luis, Graziela y todo el equipo de Avaaz.
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